Esta vez, de las manos de Huguin komo protagonista:
Muchas eran sus travesuras, cuya inocencia no le deja pensar en las consecuencias.
Está vez, tocaba el turno a El Clicle. Ese maravilloso invento k tanto gusta a grandes y pekeños. Esa pekeñita goma de mascar, k endulza nuestros paladares, k deja volar nuestra imaginación pompita a pompita.
Un día, descubrió k estiraba y estiraba... kon tan mala suerte, k el chicle cayó en su cabeza. -Ohh no mamá... no kita !.
La mamá lo miraba una y otra vez, no lo podía creer.
¿Tanto llega a estirar y pegar ? -Se preguntaba, contenida de la risa.
Kon la ayuda de Papá, rebuscando en el Libro de la Abuela, descubrieron el remendio.
Paciencia, mucha paciencia, un pokito de aceite y alguna k otra lágrima.
Hugo aprendió k kon el chicle no se juega.
La prueva del delito ojjj |
Aprobechamos ya para un cortecito de pelo. |